De manera violenta sujetos desconocidos dieron muerte a un hombre dentro de un bufete jurídico marcado con el dígito 976, en la colonia San Isidro, en Guadalajara.
La única testigo, secretaría del despacho, indicó que el día de ayer al filo de las 18:00 horas varios hombres armados irrumpieron en la oficina donde amagaron y posteriormente ataron de pies y manos a ella y a un hombre de 60 años de edad que se encontraban en el lugar.
Minutos después, dijo, asesinaron al sexagenario, a quien le propinaron una golpiza para después colgarlo sobre una viga en las inmediaciones del patio, añadiendo que una vez consumado el homicidio los criminales huyeron con rumbo desconocido.
La empleada -de quien se reservó su nombre por razones de seguridad- logró desatarse horas después y de inmediato acudió con las autoridades para reportar el hecho.
Poco antes de las 4:00 horas elementos de la Fiscalía y del Ministerio Público se trasladaron hasta el lugar que la femenina les señaló, situado sobre la calle Emilio Rabaza y la calle Jesús Ureta, donde corroboraron la denuncia y encontraron el cadáver del desafortunado, que aparentemente se desempeñaba como abogado.
Peritos Forenses iniciaron con las primeras investigaciones en el lugar pero de momento no se especificó si en el lugar se localizaron cascajos de arma de fuego, o algún indicio que permita dar con el paradero de los responsables.
Francisco Vázquez Salcedo, de 60 años de edad, como fue identificada la víctima, ya se encuentra en la morgue para conocer las causas de su muerte pero hasta el momento el motivo de la agresión se ignora.
Se investiga el hecho
Aunque reportes preliminares apuntan a que Francisco Vázquez Salcedo fue victimado dentro de su despacho, dicha versión es investigado pues de acuerdo a información de la Fiscalía Central, el masculino fue localizado colgado, fue una mujer que al entrar al domicilio se percató del hecho, la misma dio aviso a las autoridades rápidamente, sin embargo, el individuo ya había dejado de existir. La necropsia reveló que el masculino presentaba estrangulación indirecta y varios golpes en su economía corporal.