Aguascalientes.- El Juez Sexto Penal dictó sentencia condenatoria de 10 años de prisión en contra de Rosalío Monreal Delgado, de 33 años de edad, por el delito de lesiones dolosas calificadas, con las agravantes de alevosía, ventaja y el grado de parentesco que le unía a su víctima, su propio hijo que en ese entonces tenía dos meses de nacido.
La inocente víctima de nombre Iker, que actualmente tiene un año y 15 días de edad, fue golpeado salvajemente por su progenitor, y pese a que estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte, finalmente logró salvarse, pero desafortunadamente por los golpes que le propinó su papá, quedó invidente.
El niño quedó ciego y muy delicado de salud, por la golpiza que su padre biológico le asestó a puñetazos en el cráneo, el rostro y el abdomen, aparte de que lo sujetó de los pies, lo alzó sobre sus hombros e intentó azotarlo en el piso, pero se arrepintió.
La agresión la desató en contra del niño porque éste se despertó llorando esa noche.
El 29 de septiembre del 2012, la Policía Ministerial dio a conocer la detención de Rosalío Monreal, señalado como responsable de haber propinado una brutal golpiza a su pequeño hijo de apenas dos meses de nacido, hechos registrados en el interior de su domicilio ubicado en el fraccionamiento Villa de Nuestra Señora de la Asunción.
La detención se registró luego de que médicos de la clínica del ISSSTE, realizaran un reporte a la guardia de agentes donde informaban que había ingresado un menor que presentaba el síndrome del niño maltratado, además de hundimiento de cráneo y un daño irreversible en la mandíbula.
De inmediato, un grupo de ministeriales se trasladó a dicho nosocomio y ahí se entrevistaron con quien dijo ser el padre del menor y desconocer que había sucedido, por tal motivo fue trasladado ante el agente del ministerio público, dejando una guardia en el hospital en espera de que arribara la madre.
Minutos después arribaría una mujer que se identificó como María del Rosario, de 31 años, progenitora del menor y quien dijo a los investigadores desconocer que había sucedido con su hijo, toda vez que ella había salido a casa de su suegra a recoger unos papeles para su esposo, dejando a su cuidado a sus dos menores hijos, entre ellos el lesionado. Por este motivo, el ama de hogar también fue llevada ante el ministerio público, para iniciar la investigación.
El padre del menor manifestó en primera instancia que tenía problemas con su esposa y que en varias ocasiones, ella era quien golpeaba a sus hijos, y que ésta había salido a la casa de su mamá por lo que el niño pequeño estaba en su cuna tomando un biberón, cuando de repente se desmayó, por lo que trató de reanimarlo y al no poder, decidió pedir una ambulancia para llevarlo al hospital.
Por su parte María del Rosario, aseguró que ella había salido a casa de su suegra y que sus hijos estaban bien, que nunca les ha puesto una mano encima, y que mucho menos estaban enfermos, sobre todo el pequeño de dos meses, que lo había dejado en su cuna tomándose su biberón y que desconocía lo que realmente había pasado.
Dijo que cerca de las 22:00 horas de ese día, recibió una llamada de su esposo, quien le dijo que el niño de dos meses estaba muy mal, por lo que decidió agarrar un taxi y regresar al domicilio. Cuando bajaba del auto de alquiler, observó que los paramédicos subían a una ambulancia a su pequeño hijo y le decían que lo llevarían al ISSSTE.
Con esta declaración los ministeriales volvieron a entrevistar a Rosalío, quien finalmente terminó diciendo que él había sido el causante de las agresiones al niño, toda vez que comenzó a llorar y esto lo desquició y al ver que no podía callarlo, se desesperó y lo tomó del cuerpo y le dio un golpe en su cabeza con el puño cerrado.
Esto provocó que el infante siguiera llorando y volvió a arremeter contra él, dándole otro golpe en la parte de la cadera. Con este segundo golpe el menor se desvaneció, por lo que lo recostó en su cuna y al ver que no se movía y que respiraba muy raro, decidió pedir el auxilio de los servicios de emergencia.
Cabe destacar que en la declaración que rindiera su esposa María del Rosario, dejó asentado que en varias ocasiones ella había sido objeto de agresiones físicas por parte de Rosalío.
Aparte de la condena de 10 años de cárcel, Rosalío Monreal Delgado, deberá pagar una multa de 11 mil pesos, y quedó exento del pago de la reparación del daño, de acuerdo a la resolución del Juez Sexto Penal que conoció la causa.
Además de la ceguera provocada al pequeño, éste tiene problemas tanto para ingerir como para digerir sus alimentos, por lo que su madre lo tiene que llevar a cinco sesiones diarias, de lunes a viernes al CRIT Teletón, donde recibe ayuda especializada.