Como este medio lo publicó con anterioridad, investigaciones de la Procuraduría descartaron que El Churris fuera el homicida de Milián Valencia y hace ocho días salió del Cereso Mil Cumbres, según sus propios familiares, donde estaba recluido por el delito de encubrimiento.
Desde entonces, Gerardo Villalobos continuaba con su vida normal y este día estaba bebiendo cerveza en la esquina de las calles Cirian y Juan de Baeza, de la colonia Ampliación Nicolás Romero, de esta urbe.
De pronto, varios individuos desconocidos a bordo de dos vehículos, se acercaron hasta donde él se encontraba y comenzaron a dispararle.
Rápidamente, el ex presidiario emprendió la huida y corrió por Juan de Baeza para después meterse a la calle Andrés Vargas, donde ingresó a un domicilio que tenía la puerta abierta, marcado con el número 64.
Pensando en que podría escapar, El Churris hizo todo lo posible para perder a sus verdugos, quienes finalmente le dieron alcance dentro de la vivienda, donde le acertaron cuatro impactos de bala, frente a unos niños. Luego los empistolados escaparon.
El cadáver del ahora occiso tenía dos heridas de proyectil de arma de fuego en el pecho, otra en el brazo izquierdo y la última en un glúteo. Testigos de lo sucedido dijeron que los hechores eran al menos seis, quienes viajaban en un coche gris y otro blanco. Todo ocurrió cerca de las 14:58 horas.
La abuela y la mamá del joven lo trasladaron aún con vida a la clínica Charo, localizada en el Periférico Revolución esquina con la calle Juan de Baeza y ahí pereció, mientras era atendido por el personal médico.
En el domicilio número 54, de la calle Andrés Vargas, los peritos encontraron dos casquillos percutidos calibre .9 milímetros, mismos que embalaron para continuar con las indagatorias del caso.
El 30 de enero de este año, el hoy finado fue detenido por la Policía Estatal en su residencia, ubicada en la calle Tucán, número 17, de la colonia Las Primaveras, como parte de un mega operativo realizado por la SSPE para detener a los homicidas de Alán Milián.
En ese entonces El Churris era acusado por la misma SSPE de haber participado en el asesinato del deportista, lo cual finalmente resultó ser falso.
No obstante, gracias a sus declaraciones se dio con una “casa de seguridad”, en el inmueble número 74 de la calle Ariel, del fraccionamiento Galaxia, en Tarímbaro, el cual fue cateado por la PGJE por estar implicado en algunos casos de secuestros y robos de coches, donde se encontraron varias piezas de vehículos que habían sido hurtados.